Me han parecido una idea muy chula estos estantes sin puerta llenos de colorido. ¡Hasta las naranjas, los limones, la fuente de hortalizas y la cacerola destacan en la sobriedad del gris y blanco que predomina en la cocina!
Me ha encantado esta imagen donde cocina y salón de estar se combinan estéticamente a la perfección compartiendo el color pistacho de la pared
El frente amarillo en esta cocina me parece un acierto total. Le da un toque precioso de color que a su vez combina con el gris de la nevera, en contraste con el blanco impoluto del resto de muebles.
Algo parecido ocurre en ésta. Amarillos, grises, y en esta ocasión negros y verdes se mezclan con el blanco de muebles y paredes.
Me sorprende mucho el suelo verde en esta cocina y me parece una idea a tener en cuenta, pues habitualmente en las cocinas no salimos de los suelos grises, negros, ó entarimados en madera natural en el caso de la decoración escandinava.
Creo que en esta cocina tiene mucha fuerza el azul, aunque no lo parezca. No tendría la misma gracia sin esa lámpara que, junto con el cuadro de la pared derecha, dan el toque de color.
Me ha llamado la atención, por resultar esto infrecuente en las cocinas a las que estamos acostumbrados, la extraña altura del mueble. Ni alto, ni bajo pero aprovechando la repisa.
Y esta cocina me ha gustado mucho. Veo en ella un marcado estilo rústico pero muy valedero para cualquier piso en la ciudad. No es frecuente ver cocinas en amarillo y ésta me parece preciosa. Vuelvo a ver sillas de madera coloreadas como en la primera foto de este post.
Fijaos en el detalle del hueco aprovechado encima de la nevera para dejar las barras de pan.
Volvemos a ver en esta foto una cocina blanquísima (suelo incluído), con tonos verdes.
Y una chulísima, para mi gusto, cocina en tonos blancos, rojos y negros.
Fotos vía stadshem
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